CRISIS, ¿DAÑOS COLATERALES?

¿Crisis?. Es dificil pasar un día últimamente sin escuchar está palabra en la boca de alguien. En la televisión, en los bares, en la parada del autobús, en el supermercado...

Hace no mucho tiempo la gente corriente de a pie, la mal llamada clase media (¿cómo coño harán estas medias?) se hacía preguntas tan banales como por ejemplo, ¿cariño dónde vamos a cenar hoy?, ¿te apetece que redecoremos el salón? ¿porqué este año no nos vamos de vacaciones a La Riviera Maya?,..., ¿y si nos compramos otro piso?.

Todas esas preguntas, tenían respuestas inmediatas en la mayoría de los casos, respuestas del tipo: "Vale, mañana vamos al banco y pedimos un préstamo, que mes a mes no se nota". "OK pero esta vez pedimos un Moet Chandon que siempre quise probar ese "cava".

El españolito de a pie, la clase media (más bien baja) disfrutaba del "Dorado" que los banqueros y políticos ofrecían y promovían. Los "empresariuchos catetos" se frotaban las manos con la siguiente promoción de pisos que tenían vendidos mucho antes de ser construidos. Las ilusas amas de casa cambiaban el televisor con culo de brasileña por un sofisticado y moderno aparado planito y ligero de 40" que permitía ver las pecas de Cantizano. Los abuelos daban expléndidas propinas a los nietos con la simple excusa de que las pensiones eran cada vez más voluminosas. Los curritos de los talleres y andamios exigían nóminas abismales con la excusa de que si no "búscate a otro, lo que sobra es trabajo". Los ingenieruchos y abogadillos se las prometían felices soñando que al acabar sus estudios una Multinacional les buscaría a la puerta de la facultad para ofrecerles un Mercedes de renting y un móvil de empresa. Y los que entonces no tenían ni para la pipa la sal recurrían a ayudas sociales por no marcarla y contibuir al mundo mundial con su sola presencia.

Pero de pronto, ¡voilá!, todo hace un change, como dirían los yanquis. La burbuja se desincha, Lehman Brothers peta y lo que parecía un maravilloso y mundo capitalista próspero se convierte en un bucle del que a día de hoy los "competentes" dirigentes políticos y los "generosos" banqueros no saben salir.

¡Claro! y María ya no sabe que coño vender por Ebay para pagar la letra del plasma. Pedro que antes tenía un sueldo miserable de 3000 pavos por poner los bordillos de las aceras y que no le parecía justo, ahora lleva más de dos años en el paro dando gracias de que al menos tiene una ayuda de 400 euros que le permite vivir con su madre y no tenerla que pedir la paga para tomarse un vino con Pepe. Sí, Pepe, su amigo que terminó la carrera año por año y habla inglés y alemán, y que día trás día se pregunta para que coño estudió tanto si no tiene un duro. A su vez Celestino le cuenta historias del hambre que pasaron en la Guerra Civil a su nieto de 10 años que no acaba de entender porque su abuelo le daba todas las semanas 20 euros y ahora le regala batallas.

Es jodido, dicen muchos, muy jodido. No es fácil que te den pan y circo y de repente seas tú el que estás en la arena con los leones.

¿Y que pasa con los afortunados que aun conservan su puesto de trabajo?...uff...Virgencita que me quede como estoy. Mejor será dejar que escampe..., ¿pero cuándo va a escampar?, en 2010, ...no, en 2011... no, en 20...

Pero además del paro, la falta de dinero,..., la falta de estabilidad económica trae consigo un equipaje de mano muy pero que muy pesado, eso que en las guerras se suele llamar Daños Colaterales. Esos daños que no salen a menudo en la portada de El País ni en la cabecera de Informe semanal, a veces son más peligrosos y trágicos que la propia crisis en sí. Al fin y al cabo, el dinero es solo eso, dinero. Pero el dinero hace que la personas dispongan de ocio, de emociones, de tiempo, de ilusiones,..., todo materialista eso sí pero para que vamos a hacer demagogia barata acerca del precio del aire.

Cuando el trabajo se esfuma, también se esfuman los sueños, se dilapida el futuro, se pierde la ilusión, el horizonte es negro y los únicos que ganan con todo esto son los psicólogos y los tarotistas.

Las parejas se rompen, los jóvenes hipotecan su juventud, los hijos desprecian a los padres,..., triste sí, pero cierto. Los daños colaterales hacen que donde antes había una Playstation con 17 mandos ahora haya un jarrón "de los chinos".

No solamente al que desahucian está jodido, también acaba jodido el currito que ve como sus ilusiones permanecen embalsamadas en una pausa que a día de hoy nadie sabe cuando va cesar.