viernes, 25 de marzo de 2011

Fukushima V

Hoy nuevamente parece notica Japón. Después de varios días donde había que rebuscar en los periódicos para encontrar los titulares que provenían de la isla, parece que la situación empeora.

Y no es que empeore, la verdad es que sigue igual, y así va a seguir, seguramente durande muchos meses, demasiados. Algún catastrofista hace días dijo que esto era un Chernobyl a cámara lenta ¿de verdad era tan catastrofista?. 

Mi opinión es clara desde el principio, en cuanto empecé a conocer algunos datos y especulaciones me temí lo peor, y a día de hoy sigo sosteniendo que esta es una catástrofe sin igual. Pero no solo para Japón, sino para el resto del globo.

Las partícules radiactivas están en la atmósfera, y a no ser que los expertos pronucleares inventen una especie de muro transparente que evite que llegen a Europa (creo que ya no tienen tiempo), nos va a tocar, a España también, no somos especiales como algunos garrulos creeen.

Las masas de aire se mueven y la radiacción  no ha cesado, ni cesará durante muchísimo tiempo, porque esto lejos de estar controlado cada vez tiene más indicios de que se acentúa, lógico, viendo las fotos y las explicaciones técnicas y científicas, no hace falta ser físico nuclear para saber que algo no va nada bien. Eso, ¿en que se traduce?, pues eso viene a decir señores y señoritas que cada minuto que pasa hay más contaminación radiactiva en el aire japonés, y que en función de como venga el viento nos tocará más o menos. Irónico lo del viento ¿no?.

Lo que es cierto es que esto va a tener consecuencias muy graves, gravísimas, no las vamos a conocer en un corto periodo de tiempo, seguramente, pero la invisible nube aparentemente inócua no es buena, nada buena.

Algunos artistas de la demagogia barata dirán que "de algo hay que morir", los mismos que defienden a ultranza el tabaco y otras mierdas y luego por dentro están acojonaos cuando sus hijos les dicen un día que son fumadores. Yo no quiero morir de un cancer de tiroides provocado por culpa de unos mamarrachos que juegan a ser dioses, dioses millonarios claro, poniendonos en jaque a todos, americanos, rusos, chinos, gutemantecos y ..., por supuesto españoles.

Yo no me creo nada de lo que me cuentan ya. Me creo lo que me dicen los libros de energía nuclear, lo que cuentan los agoreros de Greenpeace y lo que mi sentido común me dicta. La realidad está teñida de falsedad y de mentiras, porque les interesa, porque a los colegas pronucleares no les resulta óptimo que sepamos la mierda que nos van a hacer tragar. Porque si todos tuviésemos claro a lo que juega esta gente, serían ellos los que por favor nos pedirían hacer de liquidadores antes de estar sueltos a merced de la ira del pueblo de gañanes (eso es lo que somos para ellos).

Pero la vida sigue, y mientras tanto en Japón ya no tienen ni agua para beber, ni verduras, ni leche, ni..., nada. Todo lo que puedan ingerir tiene una interrogación en su etiqueta, la duda de si estará o no contaminado. Así es complicado olvidar el tsunami, los terremotos, y los miles de vidas que esta catástrofe natural se ha cobrado. Sí natural, esta si es una catástrofe natural, ante el tsunami poco se puede hacer por el ser humano. De eso a nadie se le puede echar la culpa, ..., pero de jugar con nuestras vidas sí.

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